El desatascador, destupidor o destapacaños, también denominado coloquialmente sopapa, sopapo, chupón, chuclete, chupa o ventosa, es un utensilio utilizado para desobstruir cañerías a través de un sistema de presión generado por fuerza manual aplicada sobre un mango de madera unido en su parte inferior a una ventosa de goma.^[1]​ Se utiliza generalmente para desembozar atascos producidos, por ejemplo, en sumideros, que son aberturas de diámetro inferior a la ventosa.

En inodoros y lavabos se utiliza tapando o metiendo al hueco el desatascador y empujando varias veces hasta que se destape la cañería. Los desatascadores para inodoros tienen un palo de madera (a veces recubierta con hule) unida a la parte inferior (conocida como chupón o ventosa). En los desatascadores para inodoros el palo mide de 70 a 110 cm de largo por 4 cm de grosor y la ventosa mide de 15 a 30 cm de diámetro; mientras que en los desatascadores de lavabos el palo mide de 30 a 50 cm de largo por 3 cm de grosor y la ventosa mide de 10 a 15 cm de diámetro.^[2]​